miércoles, 30 de abril de 2008

Periodistas mejor integrados en la red, pero sin que les usurpen el sitio

Práctica 07. III Congreso de Periodismo en la Red

"El periodismo no es un rincón aislado en la web". Esta cita, pronunciada por el experto en periodismo digital Jean François Fogel, resume el contenido de su intervención en el III Congreso Internacional de Periodismo en la Red. El encuentroFogel, en un momento de su exposición, celebrado los pasados 23 y 24 de abril en la Universidad Complutense, supuso un repaso a la profesión periodística en un nuevo entorno social y tecnológico.

La conferencia de apertura del Congreso corrió a cargo del periodista y ensayista francés Fogel, quien es uno de los impulsores de la versión digital de Le Monde. Por esa experiencia puede afirmar que están desapareciendo viejos conceptos como "jerarquía de informaciones", "acción limitada de la audiencia" y "sumisión a la agenda del medio" y sustituirlos por "caudal de noticias", "herramientas compartidas" y "creación de la agenda propia" de los cibernatuas.

En su discurso, Fogel habló de cambios históricos en el periodismo digital, como la irrupción de Google y la necesidad de "estar bien situado en los buscadores", la configuración de la web 2.0 y la "ruptura" de la audiencia con la tradición. El documental EPIC 2014 dibuja un futuro en el que los grandes medios de comunicación desaparecen y los ciudadanos reciben y publican información personalizada.

Ejemplos de páginas web dedicadas al periodismo realizado por usuarios de Internet son Bottup, cuyo lema es "Tu noticia es la noticia", y Soitu. Las informaciones que publican los ciudadanos tratan, por lo general, temas a que los medios tradicionales no contemplan, casi siempre cercanos al público y de denuncia. A estos casos se refiere Fogel cuando dice que "no hay que tener especialistas en todas las redacciones, sino la capacidad de que alguien de la audiencia se incorpore al flujo informativo".

En estas páginas web los redactores ya elaboran sus piezas con los elementos de la escritura ciberperiodística [pdf], como los teaser, los titulares hipervinculados, sin indicaciones del tipo "pinche aquí", etc. A pesar de esto, Fogel afirma que "los periodistas no aprovechan bien las tecnologías", algo que también concluye el estudio El periodismo en la era de Internet, elaborado por profesores de la Universidad Carlos III de Madrid.
Portada del ensayo de Fogel 'La prensa sin Gutenberg'. Fuente: Punto de Lectura
¿Perjudica a la profesión periodística que los cibernautas adquieran sus mismas herramientas para publicar informaciones propias? Fogel lo negó, pero añadió que "no se sabe cuál es su espacio". En su libro La prensa sin Gutenberg [pdf] destaca que los medios se reinventan y se suceden, pero sin desaparecer del todo, en una suerte de evolución darwiniana. El ensayista destacó en el Congreso que, en la red, "si la voz independiente que se expresa por el bien público tiene calidad suficiente, la gente atenderá".

Sin embargo, en Internet todo parece igualarse por abajo. La democratización inherente a este medio conlleva el peligro de que todos puedan hablar y opinar de todo sin ser expertos. Es necesario seleccionar lo que se publica on line, pero sin relegar a los periodistas como meros filtros. Por el bien de la profesión y de la sociedad, el usuario debe proporcionar una crítica (siempre fundada) y un apoyo al periodista, sin intentar sustituirle. Sería mejor entrenar al usuario como posible fuente y no como periodista.


Enlaces relacionados:
Blog de Jean François Fogel
Comentarios de Fogel respecto a La prensa sin Gutenberg [vídeo]

lunes, 21 de abril de 2008

Un estudio muestra que las redacciones digitales desaprovechan las nuevas tecnologías

Práctica 06. Noticia sobre la presentación del libro Periodismo en la era de Internet
(Elaborado junto con Mariola García)

Presentación del libro 'Periodismo en la era de Internet', con Mª Pilar Diezhandino
¿En qué medida afecta la multimedialidad a la labor periodística? ¿Ha influido la red en los contenidos informativos? A estas preguntas trata de responder el libro Periodismo en la era de Internet. Este estudio, elaborado por un equipo de investigación en comunicación de la Universidad Carlos III de Madrid, fue presentado el 10 de abril en la Casa de América. Su conclusión principal se dirige hacia un desaprovechamiento de las nuevas tecnologías de interacción y de creación multimediática por parte de los redactores digitales.

La coordinadora de este trabajo ha sido María Pilar Diezhandino Nieto, catedrática de Periodismo en dicha universidad. Esta profesora escribe en el estudio que este Internet “acentúa y potencia” la necesidad de la profesión periodística. A este respecto, en ABC.es se narra que uno de los efectos más visibles mostrados en el libro es el resurgimiento de las agencias informativas como creadores de agenda temática. El redactor digital se limita a ejercer de mero “clasificador” de noticias de agencias y gabinetes.

Otras cuestiones que destapa Periodismo en la era de Internet quedan resumidas en tres sentencias expuestas en dicho libro por el profesor
José Fernández Beaumont y que se analizan en Periodistas21: “no cuaja una nueva forma de presentación”, se supedita el contraste de las fuentes a la rapidez de publicación y “no se han consolidado nuevos géneros”. En esta web, Juan Varela también afirma que “los males del periodismo afectan a todos, más allá del soporte” y que los profesionales cuentan con “más tecnología que nunca”, con lo que pueden fomentar que el usuario participe.
Uno de los elementos esenciales para el periodismo en la red es la interactividad, según Josep Micó. Sin embargo, a la luz de los resultados del estudio coordinado por María Pilar Diezhandino, los redactores digitales emplean poco los elementos multimediáticos y de interacción con el público. Valga como ejemplo que la mayoría de los enlaces que incluyen en sus piezas llevan a otras informaciones del mismo sitio web.

Según refleja ABC.es, en el estudio Periodismo en la era de Internet han participado profesionales como Pilar Carrera, María Teresa Sandoval, Juan Carlos Sánchez Illán o Tíscar Lara. Según 24/7, la metodología de investigación ha consistido en un análisis comparativo entre la información publicada en 22 medios escritos y la de sus versiones digitales. ABC.es añade que se han realizado cuatro entrevistas a periodistas de dichos medios para “averiguar cómo piensan el ejercicio” de su oficio.

A la
presentación del libro en la Casa de América asistió Diezhandino, coordinadora del proyecto, acompañada de personalidades como Javier Nadal (vicepresidente de la Fundación Telefónica, “madrina” de este trabajo), Mario Tascón (director de Prisa.com) o el anteriormente citado Juan Varela. Periodismo en la era de Internet ha sido publicado por la editorial Ariel con la colaboración de Red.es.

lunes, 7 de abril de 2008

Balidos detectivescos desde Glennkill

(Publicado también en Vivir Valdemoro, nº de abril)

Portada del curioso libro de Leonie SwannSeguro que en Valdemoro vive mucha gente a la que le gusta leer y también habrá quien no sea muy aficionado a los libros. En 2007 se publicó la edición en español de Las ovejas de Glennkill, un curioso volumen que probablemente gustará a los lectores asiduos debido a su original planteamiento, además de que tiene grandes posibilidades de enganchar a los aún reticentes. En Vivir Valdemoro no queremos dejar pasar la oportunidad de hacer de la lectura una de tus aficiones más satisfactorias.

Las ovejas de Glennkill está escrito por la alemana Leonie Swann y se editó por primera vez en su país de origen en otoño de 2005. El punto del que parte esta historia entre misteriosa y humorística podría ser el mismo que el de cualquier novela policíaca: una persona, en este caso el pastor George Glenn, aparece muerto con una pala atravesándole el pecho. Hasta aquí, todo normal. Sin embargo, cuando descubrimos que las encargadas de resolver este crimen son las ovejas de su rebaño, la cosa comienza a parecernos cuanto menos extraña.

Las similitudes con las novelas detectivescas se muestran desde la apertura del libro, que, al más puro estilo de Agatha Christie, ofrece un listado por orden alfabético de los principales personajes que aparecerán a lo largo de las páginas. Eso sí, todos los que aparecen son del ganado lanar, para que no quepan dudas acerca de sobre quién recae el protagonismo.

Para llevar a cabo la investigación sobre la muerte de George, Cordelia, Mopple, Zora y los demás ovinos deben hacer frente a los peligros y misterios del mundo de los humanos; un mundo que es tan incomprensible para ellas como el suyo para nosotros, lo cual generará todo tipo de situaciones cómicas. De hecho, las situaciones más hilarantes de Las ovejas de Glennkill vienen provocadas por intentos absurdos de comunicación y malentendidos humano-ovejunos (en especial, con el carnicero del pueblo, el párroco y durante un concurso para elegir a la oveja más lista). Tampoco tienen desperdicio las conversaciones entre los propios animales y sus “averiguaciones”.

Pero no faltan los pasajes inquietantes, como en toda novela criminal que se precie. Hay una serie de escenas que crean desasosiego porque sabemos que algo está sucediendo y que aparecen enigmáticos personajes de la niebla, pero al principio no sabemos muy bien por qué. Y eso viene dado, principalmente, porque la narración se cuenta desde el punto de vista de las ovejas, que ven cosas que comprenden bien.

Por ello, resulta paradójico que los lectores nos enteremos de los detalles de la muerte de George antes que su rebaño investigador. Los datos que recibimos ambos grupos son los mismos, pero las ovejas no los saben interpretar. Esta circunstancia, lejos de desanimarnos y defraudarnos, nos hace sentir cariño y simpatía hacia los lanudos animales y sus deducciones inocentes, pero lúcidas. Y es que, si uno se para a pensar y se mete en la piel de las ovejas, comprenderá que, ante sus ojos, los seres humanos nos comportamos de un modo no tan raro como el del resto de los animales.

George era el único humano que se esforzaba por tratar a su rebaño como seres racionales; por eso les leía libros todas las noches. Convirtámonos en ovejas por un tiempo y dejemos que Leonie Swann nos cuente la historia de Zora y compañía. Con Las ovejas de Glennkill, esta autora ha conseguido crear una novela en la cual, mediante una estructura de típica historia policíaca (asesinato, detectives, pruebas falsas, etcétera), refleja el complejo mundo de los seres humanos desde la perspectiva de unos animales supuestamente subordinados y sin entendimiento, que son los que aportan la nota cómica y, a pesar de todo, hacen avanzar el relato.

Datos del libro:

Título: Las ovejas de Glennkill

Autora: Leonie Swann

Editorial y año: Salamandra, 2007

Nº de páginas: 311